domingo, 31 de octubre de 2010

Brave new world

Muchos me han preguntado ¿por qué Lima, Perú y no cualquier otro país, o cualquier otra ciudad dentro del mismo México? Como con la mayoría no comparto lazos afectivos muy estrechos, sólo respondo que porque tenía dónde llegar.


Perú tiene una injusta mala fama. Claro es que forma parte del triste grupo de 'los países del tercer mundo', y además, su democracia es muy joven y por ello, hay muchos vicios y carencias a niveles políticos y sociales. ¿Pero y el país? Entre aquello tan traído y llevado del 'tercer mundo' (¿y el segundo?) y la mala proyección que se le ha dado al exterior, uno se pierde de muchas cosas. Y sí, es cierto que el trato de las personas es diferente, y también es cierto que uno llega a extrañar el sol, pero finalmente Lima, igual que cualquier otra ciudad, tiene historias, tiene un pasado, tiene tradiciones, gastronomía, acento, vestido e ideologías. Es un nuevo mundo y lo he aceptado.... ¡no!: lo he abrazado tal cual es, con sus virtudes y defectos.


Mi vialidad preferida es Avenida Arequipa. Sí, bueno... es una zona un tanto burguesa, y yo siempre me he considerado ajeno (si no es que opuesto) a este concepto, pero me gusta porque por ella voy hacia el mar, porque es tranquila y porque en las mañanas me despierta con su coro de cuculíes.


Mi micro favorito, por su ruta, es el Orion 21-D. Si me subo a este, en menos de una hora estoy en casa de Vekita; mi micro favorito por su color es el Chama: verde perico con franjas rojas, con su pregonero gritando '¡Larco, Larco!' y en veinte minutos, me lleva a helarme a la orilla del acantilado.


Mi desayuno favorito es el chicharrón. Siendo este otro país, uno puede esperar que no sea el chicharrón como se conoce en México, sino un trozo de carne de cerdo, acompañado de guarniciones de tamales, camotes fritos y canchita, signo inequívoco de que es domingo y de que más tarde almorzaremos sebiche (he decidido que la forma correcta de escribirlo sea 'sebiche', sólo porque es la menos común que he visto)


Mi lugar favorito para desayunar al aire libre es la costa de Barranco. Fría y callada, con sus pescadores de moluscos, con su Puente de los Suspiros y las anticucherías a las que no he entrado, porque he decidido que no me gustan los anticuchos después de todo...


Mi sitio arqueológico favorito hasta ahora es Pachacamac, porque desde la cima de su Templo del Sol se ve la costa verde, las chakras y el viento lo despeina a uno sí o sí.


Mi extranjero en Lima favorito es Mr. Owen, hombre solitario pero locuaz y agradable. Siempre tiene algo qué preguntar o qué decir cuando uno llega tarde a la casa. Se ha ido de regreso a Australia. Que le vaya muy bien, lo esperaremos con los brazos abiertos a su regreso.


Mi aventura favorita (no, no diré que enamorarme, porque no soy así de ñoño. Además eso es obvio)ha sido ir a Lunahuaná a recorrer sus calles áridas en moto y a su amable don Río Cañete, con sus aguas frías y juguetonas, en bote.


Y si no continúo, no es porque no haya otras mil cosas pequeñas y grandes que pueda yo resaltar de mi querida Lima, sino porque ya me dio sueño y debo dormir. Ahora mi deseo es que me arrulle el murmullo del mar a lo lejos, y me reciba la mañana con sus cuculíes cantores, y el beso de mi novia.